Cuando se dispuso a vengarse por la muerte de su madre, Angelo Riccardi tenía en mente una humillación legal y económica. Pero Gwenna Hamilton le añadió un elemento realmente delicioso al plan. Tan bella como inocente, Gwenna no tuvo elección cuando el empresario italiano entró en su vida como un depredador y le ofreció un pacto con el diablo: la libertad de su padre a cambio de su cuerpo.
En su ingenuidad, Gwenna creyó que Angelo se cansaría de ella y de su inexperiencia. Pero él tenía en mente algo más que una noche…