Rosana ha estudiado psicología y sobrevive con un trabajo precario y unas prácticas de mediación familiar en un bufete de abogados.
Todo cambia en su vida cuando tiene que tratar el caso de una pareja que se está divorciando y no se pone de acuerdo en cuanto a la custodia de Rocko, su perro.
Rosana se enamora de Mario nada más verlo, un tipo enigmático, callado e inquietantemente atractivo.
Las normas impiden que Rosana tenga una relación personal con un usuario del servicio de mediación, pero, ¿será capaz de resistirse?