Ethan y Zoe son dos locutores muy buenos en lo que hacen, con vidas nada despreciables e ideas muy claras…. Hasta que se conocen y las chispas saltan.
Ella toma lo que quiere cuando y como se le da la gana. Es bella, sexy, atrevida, inteligente y muy directa. Sus compromisos no van más allá de una noche cargada de pasión. No es de las que piensan en matrimonio, ni siquiera soporta a los niños…
Y, sin embargo, Ethan está perdidamente enamorado de esa jodida mujer. Él, el que busca un matrimonio estable y un par de hijos. ¿Acaso puede ser más tonto?
La regla es clara: el que se enamora pierde.
Zoe es experta en ganar. ¿Podrá Ethan soportar una “relación” donde sólo hay sexo? A ella él no la tienta para más que un revolcón y, por supuesto, de vez en cuando, no vaya a ser que se la aburra de tanto Ethan Marshall… Aunque el amor a veces desafía hasta las apuestas más improbables.