La verdadera historia de una época aparece mejor narrada en las ficciones o en las obras de arte de sus contemporáneos que en los libros de historia.
Así, para conocer realmente, por ejemplo, cómo fue el asesinato de Camila O´ Gorman por Rosas, será mucho mejor leer “La sombra donde sueña Camila O` Gorman” -la gran novela de Enrique Molina- que repasar el capítulo correspondiente a ese período en el Manual de Historia Argentina de Grosso.
Porque la creación artística ofrece ese “pathos” que anima y da relieve a toda entidad, mientras que esa mera consignación de hechos supuestamente objetivos en que consiste la historia, resulta, en comparación, como un cuerpo sin vida. Más allá de que -y dicho esto sin ánimo de menoscabar la importancia del conocimiento y la investigación históricos- como escribió Vladimir Nabokov, “no hay nada más vacío que un hecho”.
Tal vez Teresa Domínguez tuvo, parafraseando el título de su libro, una primera audacia a la que debemos estos lindísimos cuentos: la audacia de trascender (y “perdonarse” a sí misma) su profesión de excelente profesora de historia, que ejerció con tanto rigor, para devenir en excelente contadora de historias.
¡Descargue ahora este libro y descubra estas magníficas historias!