Ángeles de granito fue finalista en el X premio de novela Ciudad de Badajoz y en el IV premio de novela Ciudad de Almería.
En la España de 1975 Martín Heredia tiene 10 años y sufre una extraña enfermedad degenerativa que está corroyendo sus huesos por completo. Aconsejados por sus vecinos la familia decide trasladar a Martín desde Barcelona a Torremesina, un Santuario que tiene fama por sus milagros.
La familia emprende el viaje en coche y cuando llegan a la Loma Santa, una urbanización de casas de granito a media hora del Santuario, les sorprende la desolación y atmósfera inquietante del lugar. Y a pesar de la desconfianza de Juana, la madre del niño, aceptan la hospitalidad de Ezequiel, un anciano que los conduce a su casa.
Durante los días siguientes comienzan a ocurrir situaciones inquietantes que la familia no comprende. Se desata una plaga de langostas, seguida de una de ranas y otra de piojos. Además el padre de Martín, Luis, tiene una visión de un hombre con cabeza de saltamontes que se pasea frente a la casa de Ezequiel, delante de la figura de un ángel de granito que, ante su incrédula mirada, moverá ligeramente los ojos.